La Diabetes se Cura Si o No? | Descubre Aqui si la Diabetes se Cura!
La Diabetes se Cura Si o No?. La diabetes tipo 2 es sin duda una de las consecuencias más graves del sobrepeso. Con el aumento constante de la obesidad en todo el mundo, la International Diabetes Foundation estima que 415 millones de adultos actualmente tienen diabetes, mientras que 318 millones son "pre-diabéticos", es decir, tienen intolerancia crónica a la glucosa que los expone a un alto riesgo de desarrollar eventualmente la enfermedad.
Esta situación es muy preocupante porque la diabetes envejece prematuramente los vasos sanguíneos y aumenta en gran medida el riesgo de enfermedad cardiovascular.
La diabetes tipo 2 generalmente se considera una enfermedad crónica irreversible que no se puede curar, y la única opción terapéutica es limitar el daño causado por la hiperglucemia.
En este testimonio, Normand Mousseau, profesor de física en la Universidad de Montreal, muestra que este no es el caso y que los cambios de estilo de vida draconianos que conducen a una pérdida de peso significativa pueden ser suficientes para renormalizar la glucosa en sangre, y hacer que la diabetes desaparezca por completo sin intervención médica o farmacológica.
Este es un ejemplo dramático del inmenso potencial del estilo de vida no solo para prevenir, sino también para curar algunas enfermedades que surgen del sobrepeso.
Su testimonio dice:
Me diagnosticaron diabetes tipo 2 en el 2013. Después de una infección que no sanó, fui a ver a un médico. A los 46 años, no tenía un médico de familia y no había tenido un examen médico durante mucho tiempo. De hecho, a pesar de un sobrepeso significativo: pesaba 230 libras (104 kg), para un tamaño de 5'11 '' (180 cm), creía tener buena salud.
Unos días después de un análisis de sangre recomendado por mi médico, me contó las malas noticias: mi nivel de glucosa en sangre en ayunas excedía los 14 mmol / l, el doble del umbral para un diabético.
Cuando le pregunté qué podía hacer para sanar, me dijo que la diabetes tipo 2 es una enfermedad crónica y degenerativa. Todo lo que pude hacer fue reducir la velocidad y limitar sus efectos al combinar la medicación con la pérdida de peso, una mejor nutrición y algo de ejercicio.
Tan pronto como me diagnosticaron, decidí cambiar mi estilo de vida. Mientras tomaba 500, luego 850 mg de metformina dos veces al día, corté el azúcar, agregué muchas verduras a mi dieta y comencé a correr. También aprendí a usar un medidor de glucosa en sangre y cómo controlar mis niveles diarios de azúcar en la sangre, por temor a que exceda los niveles aceptables todos los días.
Mi cambio de estilo de vida me permitió perder 30 libras rápidamente. Para fines de 2013, podría correr de 5 a 7 km dos o tres veces por semana, y mi peso sería de alrededor de 195 libras.
Mi diabetes se estaba quedando, sin embargo. Con la certeza de que esta enfermedad progresaría y que todos mis esfuerzos no conducirían a mucho.
Finalmente, casi un año después de mi diagnóstico, en abril de 2014, decidí regresar y comprobar, por mi cuenta, si la diabetes tipo 2 era realmente una enfermedad crónica.
Después de unos días de investigación en revistas médicas y en Internet, entre falsas promesas y medias verdades, encontré una noticia que parecía creíble y confirmé que sí, que la diabetes tipo 2 puede curarse.
La cura propuesta por el profesor Roy Taylor de la Universidad de Lancaster en el Reino Unido es fácil de asustar: hay que perder peso, generalmente mucho y probablemente rápidamente.
Taylor recurre a tres conjuntos de resultados, algunos de los cuales datan de más de cincuenta años:
En primer lugar, desde mediados de la década de 1970 se sabe que una fracción significativa de los diabéticos tipo 2 que se someten a una operación bariátrica para reducir el tamaño del estómago y facilitar la pérdida de peso curando la diabetes; la enfermedad no es irreversible.
Entonces, se sabe desde hace unos veinte años que las células beta del páncreas, responsables de la producción de insulina, son muy sensibles a la presencia de moléculas de grasa.
Finalmente, gracias a las imágenes magnéticas, se ha encontrado que incluso en un grupo de personas que tienen un peso normal, algunas personas diabéticas muestran una presencia de grasa superior a la media en los órganos internos.
A partir de este trabajo, Taylor concluyó que la presencia de grasa en los órganos internos es tóxica para el páncreas y que, al reducirla, es posible permitir que este órgano vuelva a funcionar normalmente.
Desarrolló un enfoque que probó en 13 personas diabéticas y con sobrepeso: durante dos meses, adoptaron una dieta con muy pocas calorías, de 600 a 700 calorías por día. A pesar del pequeño tamaño del estudio, los resultados, publicados en 2011, son asombrosos: la mayoría de los participantes muestra un azúcar en la sangre por debajo del umbral de la diabetes y han logrado mantener normales los niveles de azúcar en la sangre tres meses después del final del estudio.
En un artículo de revisión publicado poco después, Taylor dice que su enfoque también funciona para las personas con insulina.
Me sorprendió leer esta investigación. ¿Podría una solución tan simple funcionar realmente?.
Como no tenía mucho que perder al probar el método, a excepción de un poco de peso, comencé una dieta muy baja en calorías, tomando un enfoque alternando pasos.
Un año después, en octubre de 2015, con un peso estabilizado de 170 libras, mi HbA1c fue del 5.1% y mi glucosa en sangre fue de 5.7 mmol / l.
Casi tres años después del final de mi cura, controlo mi peso, corro 3 veces por semana de 8 a 10 km y mantengo mi glucosa en sangre en ayunas alrededor de 5.7 mmol / l. Por supuesto, aún es probable que desarrolle diabetes tipo 2 nuevamente.
¡Mi predisposición genética no se ha ido! - y si recupero peso, es muy probable que después de un tiempo, mi páncreas comience a fallarme nuevamente. Sin embargo, ya no soy diabético y es un gran alivio.
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| La Diabetes se Cura Si o No? |
La Diabetes se Cura Si o No.
Esta situación es muy preocupante porque la diabetes envejece prematuramente los vasos sanguíneos y aumenta en gran medida el riesgo de enfermedad cardiovascular.
La diabetes tipo 2 generalmente se considera una enfermedad crónica irreversible que no se puede curar, y la única opción terapéutica es limitar el daño causado por la hiperglucemia.
En este testimonio, Normand Mousseau, profesor de física en la Universidad de Montreal, muestra que este no es el caso y que los cambios de estilo de vida draconianos que conducen a una pérdida de peso significativa pueden ser suficientes para renormalizar la glucosa en sangre, y hacer que la diabetes desaparezca por completo sin intervención médica o farmacológica.
Este es un ejemplo dramático del inmenso potencial del estilo de vida no solo para prevenir, sino también para curar algunas enfermedades que surgen del sobrepeso.
Su testimonio dice:
Me diagnosticaron diabetes tipo 2 en el 2013. Después de una infección que no sanó, fui a ver a un médico. A los 46 años, no tenía un médico de familia y no había tenido un examen médico durante mucho tiempo. De hecho, a pesar de un sobrepeso significativo: pesaba 230 libras (104 kg), para un tamaño de 5'11 '' (180 cm), creía tener buena salud.
Unos días después de un análisis de sangre recomendado por mi médico, me contó las malas noticias: mi nivel de glucosa en sangre en ayunas excedía los 14 mmol / l, el doble del umbral para un diabético.
Cuando le pregunté qué podía hacer para sanar, me dijo que la diabetes tipo 2 es una enfermedad crónica y degenerativa. Todo lo que pude hacer fue reducir la velocidad y limitar sus efectos al combinar la medicación con la pérdida de peso, una mejor nutrición y algo de ejercicio.
Esta noticia me ha afectado mucho: la diabetes tipo 2 es una enfermedad terrible y tortuosa que afecta la calidad de vida e incluso causa la muerte.
Tan pronto como me diagnosticaron, decidí cambiar mi estilo de vida. Mientras tomaba 500, luego 850 mg de metformina dos veces al día, corté el azúcar, agregué muchas verduras a mi dieta y comencé a correr. También aprendí a usar un medidor de glucosa en sangre y cómo controlar mis niveles diarios de azúcar en la sangre, por temor a que exceda los niveles aceptables todos los días.
Mi cambio de estilo de vida me permitió perder 30 libras rápidamente. Para fines de 2013, podría correr de 5 a 7 km dos o tres veces por semana, y mi peso sería de alrededor de 195 libras.
Mi diabetes se estaba quedando, sin embargo. Con la certeza de que esta enfermedad progresaría y que todos mis esfuerzos no conducirían a mucho.
Finalmente, casi un año después de mi diagnóstico, en abril de 2014, decidí regresar y comprobar, por mi cuenta, si la diabetes tipo 2 era realmente una enfermedad crónica.
Después de unos días de investigación en revistas médicas y en Internet, entre falsas promesas y medias verdades, encontré una noticia que parecía creíble y confirmé que sí, que la diabetes tipo 2 puede curarse.
La cura propuesta por el profesor Roy Taylor de la Universidad de Lancaster en el Reino Unido es fácil de asustar: hay que perder peso, generalmente mucho y probablemente rápidamente.
Taylor recurre a tres conjuntos de resultados, algunos de los cuales datan de más de cincuenta años:
En primer lugar, desde mediados de la década de 1970 se sabe que una fracción significativa de los diabéticos tipo 2 que se someten a una operación bariátrica para reducir el tamaño del estómago y facilitar la pérdida de peso curando la diabetes; la enfermedad no es irreversible.
Entonces, se sabe desde hace unos veinte años que las células beta del páncreas, responsables de la producción de insulina, son muy sensibles a la presencia de moléculas de grasa.
Finalmente, gracias a las imágenes magnéticas, se ha encontrado que incluso en un grupo de personas que tienen un peso normal, algunas personas diabéticas muestran una presencia de grasa superior a la media en los órganos internos.
A partir de este trabajo, Taylor concluyó que la presencia de grasa en los órganos internos es tóxica para el páncreas y que, al reducirla, es posible permitir que este órgano vuelva a funcionar normalmente.
Desarrolló un enfoque que probó en 13 personas diabéticas y con sobrepeso: durante dos meses, adoptaron una dieta con muy pocas calorías, de 600 a 700 calorías por día. A pesar del pequeño tamaño del estudio, los resultados, publicados en 2011, son asombrosos: la mayoría de los participantes muestra un azúcar en la sangre por debajo del umbral de la diabetes y han logrado mantener normales los niveles de azúcar en la sangre tres meses después del final del estudio.
En un artículo de revisión publicado poco después, Taylor dice que su enfoque también funciona para las personas con insulina.
Me sorprendió leer esta investigación. ¿Podría una solución tan simple funcionar realmente?.
Como no tenía mucho que perder al probar el método, a excepción de un poco de peso, comencé una dieta muy baja en calorías, tomando un enfoque alternando pasos.
- Una dieta de 600 calorías durante 8 a 10 días, comer un mínimo de 200 g de vegetales y beber 2 litros de agua cada día
- Tres semanas con una dieta más razonable a 1500 calorías.
- Al final de mi tercer período de 600 calorías en agosto de 2014, había alcanzado las 165 libras, perdiendo alrededor de 30 libras, y estaba completamente curado con un nivel de glucosa en sangre en ayunas de alrededor de 5.8. mmol / l, sin ningún medicamento.
Un año después, en octubre de 2015, con un peso estabilizado de 170 libras, mi HbA1c fue del 5.1% y mi glucosa en sangre fue de 5.7 mmol / l.
Casi tres años después del final de mi cura, controlo mi peso, corro 3 veces por semana de 8 a 10 km y mantengo mi glucosa en sangre en ayunas alrededor de 5.7 mmol / l. Por supuesto, aún es probable que desarrolle diabetes tipo 2 nuevamente.
¡Mi predisposición genética no se ha ido! - y si recupero peso, es muy probable que después de un tiempo, mi páncreas comience a fallarme nuevamente. Sin embargo, ya no soy diabético y es un gran alivio.
Este es un testimonio igual al que encontrarás en las personas que se curaron de la diabetes con el producto que también me ayudó… ➼Haz clic aquí para conocer mi testimonio.
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